23.09.1899 27.07.1904
El párroco Savels se mantiene relacionado con Katharina y Joseph Kentenich por el resto de su vida. Él es quien el 23 de septiembre fe 1899 lleva a Joseph a Ehrenbreitstein a la escuela de los Palotinos.
A causa de ser hijo ilegítimo, Joseph Kentenich no podía ordenarse sacerdote en la diócesis de Colonia como él quería en realidad. No es el único que entonces tiene ese problema. Sólo dentro de una Orden podrá realizar su vocación, ya que la admisión en una Orden equivale a un nuevo nacimiento y con ello se compensa la carencia natural. Además en aquel tiempo todavía no existía el sistema de manutención para los sacerdotes como lo conocemos hoy en día. Un sacerdote diocesano dependía de una prebenda, que él siendo hijo ilegítimo nunca podía alcanzar. Por consiguiente, para un chico en esas condiciones con vocación sacerdotal, también desde el punto de vista financiero sólo entra en consideración la vida en una Orden.
Para Joseph Kentenich el camino hacia los Palotinos es el camino hacia la meta.
En el aspecto escolar le esperan nuevas exigencias. Por un lado, las condiciones de aprendizaje son muchísimo mejores que en Oberhausen. Ya sólo el hecho de que las clases tienen menos alumnos posibilitan aprender mejor. Por otro lado, la materia de enseñanza de los Institutos de Bachillerato estatales debe ser impartida en sólo seis años, lo cual impone a los alumnos exigencias mucho más altas. Relativamente muchos alumnos no están a la altura de estas exigencias. En el curso de los años en el programa de estudios figuran todas las materias: desde matemáticas y aritmética, pasando por educación física y canto, hasta idiomas como griego, francés y, por supuesto, latín. El año está dividido en trimestres y al finalizar cada trimestre los alumnos reciben un boletín de calificaciones. Para Joseph Kentenich los estudios humanísticos no representan un problema. Sus notas son sin excepción muy buenas. Pero para muchos compañeros esto no es así. No aprueba y tienen que abandonar la escuela.
El curso de día en el internado está severamente reglamentado. Después de levantarse a las 5:40, en el transcurso del día se alternan los momentos de oración, las horas para comer, clases, estudio y tiempo libre. El día finaliza a las 20:45. Ciertamente existen las compensaciones, ya sea celebrando las fiestas, realizando paseos los domingos, o también con excursiones, o actividades especiales, como por ejemplo ayudando en la cosecha de la manzana. Problemático es la frecuencia en el cambio de profesores y, a veces, la falta de capacidad pedagógica de los profesores que con frecuencia son muy jóvenes. El estilo pedagógico es frecuentemente caracterizado por el control y presión. Para el Padre Kentenich su experiencia de la educación impartida en la escuela en Gymnich, en Oberhausen y en Ehrenbreitstein representa el ejemplo de cómo él precisamente NO se la imagina. Joseph Kentenich como estudiante tiene que soportarla y apañárselas, sobre todo debe madurar y aprender.
Joseph Kentenich pasa sus vacaciones con su madre en Colonia. También allí se fija un horario de actividades diarias. Se alternan las horas de estudio con tiempo libre y descanso.
El 27.07.1904 finalizan los estudios humanísticos con la entrega del título de bachiller. El 24 de septiembre de 1904comienza el noviciado con los Palotinos en Limburgo y con ello la próxima etapa en el camino hacia la ordenación sacerdotal recibida el 08 de julio de 1910 de manos de Monseñor Heinrich Vieter, Vicario Apostólico de Camerún.